Enseñar a programar a un niño en cualquier lenguaje era algo impensable, pero ya no. Gracias a lenguajes visuales como Scratch, conseguiremos hacer un acercamiento y que el usuario/a vaya cogiendo soltura y asimilando ideas sobre la programación. Es un tipo de programación basado en bloques y aprenderán programar uniendo piezas de puzle y asociar mediante colores.
Gracias a este tipo de experiencias, conseguiremos que descubran nuevas actitudes hacia las matemáticas, las ciencias, las tecnología y las matemáticas (STEM), pero siempre de una manera divertida, atrayente y adecuada a su edad.